Mitos sobre la alimentación desmentidos: Lo que no deberías creer sobr – CHEF iQ

Estudios recientes destacan con frecuencia los beneficios o riesgos para la salud de consumir ciertos alimentos. En ocasiones, esta información contradice investigaciones previas o refuta afirmaciones comunes, lo que dificulta determinar qué alimentos realmente mejoran la salud.

Para ayudar a abordar la desinformación, desacreditemos algunos de los mitos alimentarios más comunes y aclaremos los hechos para promover una relación más saludable con la comida.

Mito 1: Toda grasa es mala

Las grasas en nuestra dieta han tenido mala reputación durante mucho tiempo, lo que ha llevado a la promoción de alimentos bajos en grasa y sin grasa como alternativas más saludables. Sin embargo, no todas las grasas son perjudiciales. Algunas grasas pueden ser beneficiosas si se consumen con moderación.

La verdad:

Las grasas saturadas y trans se consideran grasas no saludables y deben limitarse. Se encuentran en la mantequilla, el queso, la carne roja y los productos lácteos ricos en grasa. Por otro lado, las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, presentes en aceites vegetales, frutos secos, semillas, aceitunas enteras, aguacates y pescados grasos, se consideran grasas saludables.

Estas grasas saludables pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Son esenciales para la producción de energía, el equilibrio hormonal y la absorción de nutrientes.

Mito 2: Las frutas y verduras frescas son más saludables que las congeladas o enlatadas

Las frutas y verduras frescas suelen considerarse el estándar de oro para una alimentación saludable. Sin embargo, los productos congelados y enlatados también pueden ser nutritivos y asequibles.

La verdad:

Los estudios demuestran que las frutas y verduras congeladas o enlatadas pueden ser tan nutritivas como las frescas y, a menudo, más económicas. La clave está en controlar los azúcares añadidos, las grasas saturadas y el sodio. Lea siempre las etiquetas nutricionales y elija productos con la mínima cantidad de ingredientes añadidos.

Dado que la mayoría de los estadounidenses no consumen suficientes frutas y verduras, incorporar productos congelados o enlatados es una forma conveniente y asequible de aumentar el consumo.

Mito 3: No se puede obtener suficiente proteína de los alimentos de origen vegetal

Las proteínas son esenciales para las funciones corporales, y los alimentos de origen animal se consideran proteínas completas porque contienen los nueve aminoácidos esenciales. Esto lleva a la idea errónea de que los alimentos de origen vegetal no aportan suficiente proteína.

La verdad:

Los alimentos de origen vegetal, como los productos de soya (tofu, edamame), las legumbres (frijoles, garbanzos, lentejas), los frutos secos, las semillas y los cereales, pueden aportar abundante proteína si se consumen de forma variada. Además, ofrecen la ventaja de ser más bajos en grasas saturadas y colesterol.

Mito 4: Los alimentos a base de soja son perjudiciales para la salud

Se ha suscitado preocupación sobre la relación entre la soja y problemas de salud debido a la presencia de estrógenos vegetales (isoflavonas) en ella. Sin embargo, las investigaciones indican lo contrario.

La verdad:

Los estudios no muestran ninguna relación entre la soya y problemas de salud como el cáncer de mama. En cambio, los productos de soya como el tofu, el tempeh, el edamame y la leche de soya pueden proteger la salud cardíaca y reducir el riesgo de cáncer de mama.

Los alimentos de soya contienen proteínas de calidad, fibra, vitaminas y minerales y son bajos en grasas saturadas, lo que los convierte en una excelente fuente de proteína de origen vegetal.

Mito 5: Los productos orgánicos son más nutritivos

Los productos orgánicos se cultivan sin pesticidas sintéticos, genes modificados genéticamente ni fertilizantes derivados del petróleo. Sin embargo, esto puede hacerlos menos nutritivos.

La verdad:

Al comparar productos orgánicos y de cultivo convencional, nutrientes como vitaminas, minerales, antioxidantes y proteínas no presentan diferencias significativas. Si bien los productos orgánicos pueden tener beneficios potenciales para la salud, no se necesitan más pruebas para demostrar su superioridad.

En cualquier caso, las frutas y verduras de todo tipo son beneficiosas para la salud. Si comprar productos orgánicos ayuda a limitar la exposición a pesticidas y se ajusta a las preferencias personales, vale la pena el gasto adicional.

Mito 6: Debes evitar todos los alimentos procesados

Los alimentos procesados ​​suelen tener una imagen negativa debido a su asociación con aditivos y conservantes. Sin embargo, no todos los alimentos procesados ​​son malos.

La verdad:

Los alimentos procesados ​​saludables incluyen mantequillas de frutos secos, atún claro enlatado en agua y frutas y verduras ultracongeladas. Los alimentos procesados ​​que se asemejan a su estado natural son mejores opciones que aquellos que contienen edulcorantes, conservantes y aditivos.

Mito 7: Los multicereales y los cereales integrales son lo mismo

Si bien los cereales multigrano y los cereales integrales pueden parecer similares, son diferentes.

La verdad:

Los granos integrales contienen salvado, germen y endospermo, lo que aporta más fibra, vitaminas y minerales. Los productos multigrano se elaboran con varios granos, que no necesariamente son integrales. Busque el sello "100% Granos Integrales" para asegurarse de comprar productos multigrano integrales.

Mito 8: Los huevos son malos para la salud

Los huevos, especialmente las yemas, han sido criticados por tener un alto contenido de colesterol.

La verdad:

El consumo moderado de huevos suele ser seguro, y el colesterol presente en los huevos no afecta significativamente el colesterol en sangre. La Asociación Americana del Corazón recomienda un huevo (o dos claras de huevo) al día como parte de una dieta saludable. Preste atención a su consumo total de colesterol, especialmente si tiene riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Mito 9: Una dieta sin gluten es buena para todos

Las dietas sin gluten han ganado popularidad, lo que a menudo lleva a la gente a creer que todos deberían evitar el gluten.

La verdad:

A menos que tenga enfermedad celíaca o intolerancia al gluten, no es necesario evitarlo. Los productos integrales son ricos en vitaminas B esenciales y fibra. Los fabricantes pueden añadir azúcar o sal a los productos sin gluten para mejorar su sabor, así que revise atentamente las etiquetas.

Mito 10: Comer sano es demasiado caro

La idea errónea de que comer sano es costoso a menudo impide que las personas intenten mejorar su dieta.

La verdad:

Comer sano con un presupuesto ajustado es posible con un poco de planificación y tiempo en la cocina. Algunos consejos incluyen:

  • Planifique las comidas y refrigerios en función de las ofertas.
  • Compre según temporada.
  • Crea una lista de compras y cúmplela.
  • Abastécete de productos básicos cuando estén en oferta.
  • Considere productos congelados o enlatados.

Mito 11: Cocinar alimentos integrales requiere mucho tiempo

Mucha gente cree que cocinar alimentos integrales requiere demasiado tiempo, por lo que optan por comida rápida o comidas procesadas.

La verdad:

Con la olla iQ Cooker , puedes preparar comidas gourmet en un abrir y cerrar de ojos. Este dispositivo todo en uno te permite cocinar a presión, a fuego lento, al vapor y mucho más, facilitando la preparación de alimentos integrales de forma rápida y cómoda. La app CHEF iQ también ofrece recetas de cocina guiadas que te ayudan a crear comidas saludables sin esfuerzo.

En el cambiante mundo de la nutrición, es importante distinguir entre la realidad y la ficción. Desmentir mitos comunes sobre la alimentación ayuda a promover una relación más saludable con la comida y facilita la toma de decisiones dietéticas informadas. Al comprender la verdad tras estos mitos, podrá disfrutar de una dieta equilibrada y saciante sin caer en la desinformación.