
Todos estos son excelentes ingredientes por sí solos, sin duda saludables. Sin embargo, a menudo se dice que ofrecen una gran cantidad de beneficios para la salud, desde la prevención de enfermedades hasta propiedades antienvejecimiento. Sin embargo, el problema no son solo las exageradas afirmaciones, sino también los exorbitantes precios de estos alimentos "milagrosos".
La gran pregunta es: ¿estamos pagando por beneficios de salud comprobados o simplemente por marketing inteligente y publicaciones de Instagram bellamente elaboradas?
Y, por cierto, cabe mencionar que el término "superalimento" no está reconocido ni regulado por la FDA. La ausencia de regulación permite una gran libertad en la publicidad y el desarrollo de la marca, lo que obliga a los consumidores a analizar estas afirmaciones sin un método de comparación estandarizado.
Elixires de moda: Bayas de Goji y Açaí
Las bayas de goji y açaí se han convertido en auténticas celebridades culinarias, apareciendo en todo tipo de productos, desde tiendas de batidos de alta gama hasta revistas de fitness. Originarias de China, las bayas de goji se han integrado en la medicina tradicional china. Se venden secas o en jugo y se promocionan como potenciadores del sistema inmunitario y posibles preventivos de enfermedades cardíacas. Por otro lado, las bayas de açaí alcanzaron su máximo auge cuando el Dr. Mehmet Oz las elogió en el programa de Oprah Winfrey en 2009. Se les atribuyen propiedades que van desde mejorar la salud de la piel hasta combatir el envejecimiento y ayudar a perder peso.
Sin embargo, es fundamental tomar estas afirmaciones con cautela. La Asociación Dietética Británica ha descubierto que es necesario beber la absurda cantidad de 13 porciones de jugo de bayas de goji para obtener los antioxidantes que proporciona una sola manzana roja grande. Además, aunque deliciosas, las bayas de açaí también tienen un alto contenido de azúcar y carbohidratos. En esencia, estas bayas de moda demuestran que incluso los superalimentos más glorificados tienen limitaciones y desventajas, sobre todo cuando no se equilibran con otros alimentos.
Hablemos de superalimentos para reflexionar.
Los creadores de mitos: ¿Quién decide qué es “súper”?
Entonces, ¿quién considera estos alimentos "súper"? ¿Qué hace que alimentos como el vinagre de sidra de manzana, la espirulina y la miel de manuka sean privilegiados sobre otros? El contraste entre los superalimentos populares y alimentos nutritivos cotidianos como el brócoli se hace evidente al analizarlos a fondo. Por ejemplo, el brócoli es significativamente más económico que la col rizada y aporta más vitaminas C y K. Asimismo, las lentejas ofrecen más proteínas y fibra que la quinoa a una fracción del precio. También están las sardinas, ricas en omega 3, que aportan el triple de vitamina B12 que el salmón, más caro. Encontrarás muchas recetas deliciosas de estos y otros alimentos saludables en la aplicación CHEF iQ.
Más allá del bombo publicitario de los superalimentos
Con tendencias como los productos de CBD y los exfoliantes corporales con café molido que se están convirtiendo en el centro de atención en el sector de la salud y el bienestar, es fácil perderse en la fascinación por la nueva tendencia. Como consumidores, parecemos estar predispuestos a encontrar una solución integral para todos nuestros problemas de salud. Sin embargo, todo se reduce a una simple verdad: ningún ingrediente mágico puede reemplazar una dieta equilibrada y variada. Al contrario, es mejor consumir alimentos ricos en nutrientes con regularidad.
Volver a lo básico
Si dejamos de lado la fijación por los superalimentos, lo que necesitamos para un estilo de vida saludable es sorprendentemente simple y económico.
Se trata de volver a lo básico. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero eliminar los alimentos procesados, los productos de harina blanca, el exceso de azúcar y las grasas trans, como los aceites vegetales y de palma, es un buen primer paso. Una vez hecho esto, se puede optar por una dieta rica en frutas, verduras y proteínas magras. En conjunto, esto aportará los nutrientes necesarios para una salud general. Lo mejor es que es fácil de hacer en casa y económico.
La verdad sobre los superalimentos en polvo
Los polvos de superalimentos representan otra opción atractiva, ya que prometen todos los beneficios de los superalimentos condensados en una cucharada. Sin embargo, es fundamental tener cuidado. Verifique si la FDA ha emitido cartas de advertencia contra la empresa que está considerando. Muchos de estos polvos no solo son caros, sino que también requieren una regulación adecuada. A veces, incluso contienen información engañosa o inexacta en sus etiquetas.
Recuerde que si suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.
Tu camino hacia la salud: un enfoque equilibrado
Por último, a medida que atraviesas las distintas etapas de tu salud y bienestar, recuerda que no tienes que limitarte a los alimentos etiquetados como "super". Cambia la costosa col rizada por brócoli rico en nutrientes, cambia las bayas de goji por frambuesas más económicas o sustituye la quinoa por lentejas ricas en proteínas. Puedes llevar una vida súper saludable sin gastar en "superalimentos".
Todos los alimentos pueden ser estupendos con moderación
Al navegar por el laberinto de consejos nutricionales, la clave es el equilibrio y la moderación. En realidad, todos los alimentos saludables son superalimentos por sí mismos cuando se consumen como parte de una dieta equilibrada. El verdadero "superpoder" de cualquier alimento reside en cómo contribuye a una dieta variada, equilibrada y moderada. Así que, dejemos de lado las etiquetas y centrémonos en comer bien para nuestras necesidades específicas.
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