Los limones en conserva son ideales para una amplia variedad de platos, tanto salados como dulces. Su piel añade un toque especial y decorativo a aderezos para ensaladas, postres, estofados, carnes a la parrilla, pescados, sopas, guisos y mucho más.
Equipo requerido:
Tarro de cristal de 1 pinta
Ingredientes:
3-4 limones Meyer; más según sea necesario
1/2 taza de sal kosher
Instrucciones:
Esteriliza el frasco: Pon a hervir agua en una olla grande y sumerge el frasco de conservas y su tapa por separado. Déjalo reposar en agua hirviendo durante 10 minutos. Retíralo del agua y colócalo sobre una toalla de cocina limpia. Deja que se seque al aire antes de añadir la sal y los limones.
Conserva los limones: Corta los limones por ambos extremos, dejando solo la pulpa expuesta. Corta en cuartos desde la parte superior hasta 1,25 cm de la base. Espolvorea sal sobre la pulpa expuesta y luego dales forma. Coloca una cucharada de sal en el fondo del frasco de conservas. Coloca los limones y presiónalos, añadiendo una cucharada de sal entre las capas. Esto hará que el jugo de limón los cubra. Si el jugo no es suficiente, añade un poco más hasta cubrirlos. Deja reposar los limones durante 30 días, agitando el frasco aproximadamente una vez al día para asegurarte de que todo esté bien distribuido. Después de 30 días, ¡tus limones en conserva estarán listos!
Compartir: