
Garantizar la precisión de su termómetro para alimentos es crucial. No se trata solo de que su filete quede al punto perfecto.
La calibración de los termómetros para alimentos es fundamental para mantener la seguridad alimentaria. Un termómetro mal calibrado puede provocar que los alimentos queden poco cocidos, lo que supone un riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Ya seas chef profesional, estudiante de cocina o cocinero casero, es fundamental saber cómo calibrar tu termómetro de alimentos. Este artículo te guiará paso a paso en el proceso.
Analizaremos diferentes métodos de calibración, incluyendo los de punto de hielo y punto de ebullición. También explicaremos cómo ajustar la calibración de termómetros digitales y analógicos.
Al final de este artículo, tendrá los conocimientos necesarios para garantizar que su termómetro para alimentos sea siempre preciso. Profundicemos en el tema y aprendamos a calibrar un termómetro para alimentos.
La importancia de la precisión del termómetro

La precisión en la lectura de la temperatura es fundamental para una cocción segura y eficaz. Garantiza que los alimentos se cocinen en el punto justo, realzando su sabor y textura.
Más importante aún, la precisión del termómetro es crucial para la seguridad alimentaria. Las lecturas incorrectas de temperatura pueden provocar que los alimentos queden poco cocidos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Calibrar regularmente su termómetro para alimentos es la mejor manera de mantener su precisión. Le ayuda a evitar los riesgos de cocinar demasiado o poco, garantizando así que sus comidas sean deliciosas y seguras.
En esencia, la precisión del termómetro no se limita a una cocción perfecta. Se trata de proteger la salud de quienes disfrutan de su comida.
Tipos de termómetros para alimentos
Existen dos tipos principales de termómetros para alimentos: digitales y analógicos. Cada uno tiene sus propias características y métodos de calibración.
Los termómetros digitales son conocidos por sus lecturas rápidas y precisas de temperatura. Son populares en las cocinas modernas gracias a su facilidad de uso.
Por otro lado, los termómetros analógicos, también conocidos como termómetros de dial, son herramientas tradicionales. Suelen ser populares por su durabilidad y simplicidad.
Comprender el tipo de termómetro que tiene es el primer paso hacia una calibración adecuada.
Termómetros digitales
Los termómetros digitales utilizan sensores de calor electrónicos para medir la temperatura. Proporcionan lecturas en una pantalla digital, generalmente en segundos.
Estos termómetros suelen ser los preferidos por su velocidad y precisión. Sin embargo, requieren un manejo cuidadoso para mantener su rendimiento.
Termómetros analógicos (de dial)
Los termómetros analógicos, o termómetros de dial, utilizan una bobina bimetálica para medir la temperatura. La bobina se expande o contrae con el calor, moviendo el dial en la pantalla.
Estos termómetros son robustos y soportan un manejo brusco. Sin embargo, pueden tardar más en proporcionar una lectura que los termómetros digitales.
Termómetros inalámbricos inteligentes

Los termómetros inalámbricos inteligentes son un nuevo tipo de termómetro sin contacto que mide la cocción en tiempo real. Utilizan tecnologías modernas, como Bluetooth, wifi y sensores internos avanzados, para monitorear la cocción y avisar cuando la comida requiere atención.
Estos termómetros inspiran confianza al cocinar, especialmente al trabajar con proteínas difíciles de manipular. Estos modelos pueden requerir calibración, pero los mejores termómetros inalámbricos para carne cuentan con sensores que se calibran automáticamente para que nunca tengas que preocuparte.
Cuándo calibrar su termómetro para alimentos
Calibrar su termómetro para alimentos no es una tarea única. Es un proceso rutinario que garantiza su precisión a lo largo del tiempo.
Debe calibrar su termómetro en varias ocasiones. La más común es al comprarlo. Esto garantiza que esté listo para obtener lecturas precisas desde el principio.
La calibración regular también es crucial. Se recomienda calibrar el termómetro al menos una vez al mes. Sin embargo, si lo usa con frecuencia, considere calibrarlo semanalmente.
A continuación se presentan algunas situaciones en las que es necesaria la calibración:
- Después de dejar caer el termómetro
- Al pasar de una temperatura extrema a otra
- Si las lecturas parecen estar desviadas
- Después de un largo período de inactividad
Métodos de calibración
Existen dos métodos principales para calibrar un termómetro de alimentos: el método del punto de hielo y el método del punto de ebullición. Ambos métodos son sencillos y se pueden realizar en casa con utensilios de cocina básicos.
Método del punto de hielo

El método del punto de hielo es una forma común de calibrar un termómetro para alimentos. Se basa en el principio de que el agua helada siempre debe estar a 0 °C (32 °F).
Para empezar, llena un vaso grande con hielo picado. Agrega agua fría, dejando un espacio de unos 2,5 cm en la parte superior. Revuelve bien la mezcla.
A continuación, inserte el termómetro en el vaso. Asegúrese de que la sonda esté completamente sumergida en el agua helada, pero sin tocar los lados ni el fondo del vaso.
Espere a que la lectura del termómetro se estabilice. Esto podría tardar unos minutos. Una vez estabilizada, la temperatura debería marcar 0 °C o 32 °F.
Si la lectura es incorrecta, ajuste el termómetro según las instrucciones del fabricante. Esto suele implicar girar una tuerca de calibración o una función de calibración en un termómetro digital.
Método del punto de ebullición

El método del punto de ebullición es otra forma de calibrar un termómetro para alimentos. Se basa en el principio de que el agua hirviendo siempre debe estar a 100 °C (212 °F) al nivel del mar.
Para empezar, llena una olla con unos quince centímetros de agua. Ponla a hervir.
A continuación, inserte el termómetro en la olla. Asegúrese de que la sonda esté completamente sumergida en el agua hirviendo, pero sin tocar los lados ni el fondo de la olla.
Espere a que la lectura del termómetro se estabilice. Esto podría tardar unos minutos. Una vez estabilizada, la temperatura debería ser de 100 °C o 212 °F.
Si la lectura es incorrecta, ajuste el termómetro según las instrucciones del fabricante. Recuerde que el punto de ebullición del agua disminuye con la altitud, por lo que podría tener que ajustar sus expectativas si vive a gran altitud.
Ajuste de la calibración en diferentes termómetros
Los distintos tipos de termómetros requieren distintos ajustes de calibración. Es fundamental comprender cómo ajustar su tipo específico de termómetro.
Termómetros digitales
Los termómetros digitales suelen incluir un botón de calibración. Si después de tomar una lectura la temperatura no es correcta, presione este botón. Esto debería restablecer el termómetro a la temperatura correcta.
Algunos termómetros digitales pueden requerir que mantenga presionado el botón de calibración durante unos segundos. Otros pueden tener un modo de calibración específico al que debe acceder. Consulte siempre las instrucciones del fabricante para conocer el procedimiento correcto.
Si su termómetro digital no tiene función de calibración, es posible que deba reiniciarlo. Esto suele implicar quitar y volver a colocar las pilas. Consulte las instrucciones del fabricante para obtener más información.
Recuerde que no todos los termómetros digitales se pueden calibrar. En tales casos, si el termómetro falla constantemente, quizás sea momento de reemplazarlo.
termómetros analógicos
Los termómetros analógicos, también conocidos como termómetros de carátula, se pueden calibrar con una tuerca de calibración. Esta suele encontrarse en la parte posterior del termómetro.
Para ajustar la calibración, sujete la tuerca con una llave inglesa o unos alicates. Mientras sujeta la tuerca, gire el cabezal del termómetro hasta que marque la temperatura correcta.
Algunos termómetros analógicos pueden tener un botón de reinicio en lugar de una tuerca de calibración. En ese caso, simplemente presione el botón después de tomar la lectura para restablecer el termómetro a la temperatura correcta.
Recuerde siempre manipular el termómetro con cuidado al realizar ajustes. Una fuerza excesiva puede dañarlo y afectar su precisión.
Prueba de la precisión del termómetro después de la calibración

Después de calibrar su termómetro para alimentos, es importante comprobar su precisión. Esto puede hacerse utilizando los mismos métodos de calibración: el método del punto de hielo o el método del punto de ebullición.
Si el termómetro marca 0 °C en agua helada o 100 °C en agua hirviendo (ajustando la altitud), es preciso. De lo contrario, podría ser necesario repetir el proceso de calibración. Siga siempre las instrucciones del fabricante para obtener los resultados más precisos.
Errores comunes de calibración que se deben evitar
Al calibrar su termómetro para alimentos, hay algunos errores comunes que debe evitar. Uno de ellos es no sumergir completamente la sonda del termómetro en agua helada o hirviendo. Esto puede provocar lecturas inexactas.
Otro error es ajustar la calibración demasiado rápido. Asegúrese de que el termómetro se haya estabilizado antes de realizar cualquier ajuste. Esto le ayudará a obtener lecturas más precisas.
Cuándo NO calibrar su termómetro
No todos los termómetros requieren calibración, como el termómetro de cocina inalámbrico iQ Sense Unlimited Range , que se distingue de los termómetros tradicionales (y de la competencia) por sus avanzados sensores internos con autocalibración, que mantienen una precisión milimétrica sin necesidad de calibración manual. Esto se consigue gracias a sus cuatro sensores integrados que se ajustan automáticamente a la temperatura interna óptima de la carne y a la temperatura ambiente del alimento. Esta función no solo simplifica su uso, sino que también garantiza resultados consistentes y precisos a lo largo del tiempo, lo que lo hace muy fiable tanto para cocineros principiantes como profesionales.
A diferencia de los termómetros de carne estándar, que a menudo requieren una recalibración periódica para mantener la precisión, la tecnología de autocalibración de iQ Sense elimina esta molestia, brindando a los usuarios la confianza de que su dispositivo siempre está listo para la próxima cocción perfecta.
Mantenimiento de su termómetro para alimentos

El mantenimiento adecuado de su termómetro para alimentos es crucial para su durabilidad y precisión. Límpielo siempre y guárdelo en un lugar seguro y seco después de cada uso.
Evite dejar caer el termómetro o exponerlo a temperaturas extremas, ya que esto puede afectar su calibración. Las revisiones y recalibraciones periódicas garantizarán su precisión y fiabilidad.
Conclusión y puntos clave
Calibrar su termómetro para alimentos es vital para garantizar la seguridad alimentaria y la precisión en la cocción. Es un proceso sencillo que puede prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos y mejorar los resultados de su cocina.
Recuerde calibrarlo regularmente, especialmente después de cualquier posible daño. Su termómetro para alimentos le durará muchos años con el cuidado y el mantenimiento adecuados.
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